Francisco Javier Gil Rodríguez
Imagen 1: Dibujo de Leonardo
Torriani. Habitantes de La Gomera
Para buscar noticias de
carácter histórico sobre el salto del pastor hemos de llenarnos de paciencia, y
pasar muchas horas de investigación….algunas fructíferas y otras no tanto. Hay
que desmenuzar una pequeña información un millón de veces para lograr obtener datos de interés.
De esta manera releyendo la obra de
fray Juan de Abreu Galindo, autor andaluz que escribió a finales del siglo XVI
la “Historia de la conquista de las siete islas de Canaria” nos relata en el
Capitulo XXVIII el “episodio” de Iballa
y la muerte de Hernán Peraza a manos de los Gomeros; creo que no tiene
desperdicio.
“Pasados algunos días, Hernán Peraza se
avenía mal con sus vasallos, tratándolos con rigor y aspereza, deseándole los
amigos y enemigos todo mal. No contento con la que en casa tenía, trató de
amores con una gomera hermosa, que vivía en unas cuevas en el término de
Guahedun, donde tenía sus tierras de sembrar; y, con achaque de que las iba a
sembrar, se fué allá, que era por noviembre, con sólo un escudero y un paje.
Habíale avisado un gomero, que se decía Pablo Hupalulu, viejo, a quien los
demás reverenciaban y tenían por padre, que se guardase y tratase bien a sus
vasallos; por lo cual Hernán Peraza lo quería mal y tenía por sospechoso. Como
vió el Pablo Hupalapu que tenía sospecha dél, juntóse con los del bando de
Mulagua, y fueron a una peña, donde hacían su consulta, en Tagulache, y
trataron solamente de prenderlo; y concertaron con la gomera de quien andaba Hernán Peraza
enamorado, lo mandase a llamar, y así lo hizo.
Era Hernán Peraza valiente y animoso y
atrevido. Aconsejóle su escudero no fuese donde la gomera le llamaba. No quiso,
sino entrar donde la hermosa gomera estaba con su vieja, y solas en una cueva;
y mandó al escudero y al paje se fuesen a otra cueva. Los gomeros estaban
avisados y juntos. Pablo Hupalapu con otros compañeros se fueron a la cueva
donde estaba Hernán Peraza y a cuantos encontraban, avisaban cómo lo iban a
prender, que estuviesen aparejados. Todos estaban de acuerdo. Hupalapu, como
era viejo, se quedó un poco atrás; los demás se adelantaron. Estaba un mozo,
que se decía Pedro Hautacuperche, que guardaba su ganado en Aseysele, en el
término de Guachedum, y pariente de la moza: dijéronle iban a prender a Hernán
Peraza, que estaba con la parienta en Guahedun, y que Pablo Hupalapu venía con
ellos al efecto. Éste era del bando de los de Mulagua, muy atrevido, ligero y
determinado; estaba sentido de Hernán Peraza y deseaba se ofreciera ocasión
para vengarse. Y, como entendió iba Hupalapu con ellos, tuvo más ánimo, por el
respecto que todos le tenían. Dijo a los compañeros que no aguardasen a
Hupalapu, que era viejo; que él lo prendería, que bastaban. Y, puestos encima
de la cueva donde Hernán Peraza estaba, la gomera, como estaba avisada y sintió
el ruido, le dijo que se vistiese presto, que lo venían a prender sus
parientes. Vistióse de presto; y, por disimular, se vistió una saya. Y, al
tiempo que salía, la vieja que estaba dentro, que era de la consulta, dijo:
-Ése que sale es; prendedle, no se vaya. Como Hernán Peraza lo oyó, tornóse
dentro, viendo la gente que le estaba aguardando, diciendo que lo habían de
prender o matar en hábito de hombre, y no de mujer. Y, poniéndose las corazas y
embrazando la adarga y su espada, se puso a la puerta de la cueva. Estaba
encima Pedro Hautacuperche, con un asta como dardo, con un hierro de dos palmos,
y arrojándosela, metió por entre las corazas y el pescuezo, que lo pasó de
arriba abajo, y luego cayó allí muerto. Mataron también al escudero y al paje
que había llevado consigo” [1]
Imagen 2: Cueva de
Guahedúm, La Gomera. Revista La Sorriba Nº 20, Febrero 1985, Centro Amilcar
Cabral.
Subrayado
en amarillo “asta como dardo, con un hierro de dos palmos”; lo primero que viene a mi mente, “moderna”, es que Abreu
estaba equivocado al hacer tal aseveración, cómo van a tener hierro las astas
de esa época utilizadas por los gomeros. Pero recapacitando y haciendo
diferentes cálculos históricos creo que es muy viable esa información de Abreu.
Desde
las primeras entradas efectuadas por los normandos Jean Bethencourt y Gadifer
de La Salle (1405), Maciot de Bethencourt (1405-1418), (y por cierto aunque no
haga alusión a la isla de la Gomera en la obra Le Canarien, tenemos una
ilustración al parecer referida a los habitantes de la isla de Gran Canaria, donde
vemos las figuras de varios canarios en la que se observa a uno de ellos con un
palo largo y en la típica posición de los brazos preparado para brincar [2] ).
Fernando de Castro (portugués, de 1424 a 1454), Conde Niebla, Guillén de Las
Casas (1445), Hernán Peraza El Viejo (1448-1450), Diego García de Herrera e
Inés Peraza (1452-1477), Hernán Peraza (a partir de 1477); los gomeros
mantienen una relación de cierta conveniencia; “de no agresión” con los
colonizadores europeos y al revés , con sus tiras y aflojas, por supuesto. En
este espacio de tiempo he de suponer que cogerían recorte de las armas y
hierros de los europeos, adaptándolas a sus necesidades aparte de convertirse
al cristianismo…..no olvidar que los responsables de la muerte del sanguinario Hernán
Peraza fueron Pablo Hupalupu y Pedro Hautacuperche, se supone que “cristianos”
gomeros, como sus nombres castellanizados indican (Pablo y Pedro).
Imagen 3: Le Canarien.
Isla de Gran Canaria
Volviendo
a lo escrito por Abreu Galindo, nos encontramos con un “asta…, con un hierro de
dos palmos”; o sea que el regatón o puyón mediría unos 40 cms de largo. Como
vemos, los gomeros del siglo XV ya se habían encargado de cambiar el cuerno de
cabra por el de hierro, a todas luces más resistente y duradero.
Llegado
a este punto del trabajo me dije, es curioso comprobar que entre las diferentes
denominaciones para los palos largos de los pastores, no había ninguna que hubiese llegado hasta
hoy en día, que se pudiera entroncar con la primera lengua de los canarios; el
tamazight.
Mencionaré el nombre
de diferentes armas de los canarios, ¿con variadas funciones?, recogidas en las
crónicas de la conquista y colonización de las islas: Añepa,banot, magado,
moca, susmago, tamasaque, tezezes.
Recordar en un breve repaso aproximado los
nombres actuales de dichos palos: Garrote, lanza, astia, asta, lanza, palo,
lata….
Una
vez aquí hemos de esperar a leer la obra excelente de Juan Bethencourt Alfonso;
insigne historiador, etnógrafo, arqueólogo (solamente por sus meritos se merece
estos títulos) de Tenerife. Su amplia investigación de campo, a finales del
siglo XIX y principios del siglo XX, nos aporta una información constante,
inédita y voluminosa de nuestro pasado. Su principal obra “La Historia del
Pueblo Guanche” desglosada en tres tomos publicados por Francisco Lemus, Editor
en el año 1991,1994, 1997 son de obligada consulta.
Leyendo
el primer tomo, en el apartado sobre “vocabulario de la lengua guanche”, nos da
una noticia muy escueta e interesantísima recogida en la isla de la Gomera [3] :
GAFA, G., <<La Lanza>>.
Con
esta grata aportación me puse a buscar en diferentes tratados, de lengua
tamazight, y buscando y buscando, por fin encuentro un acercamiento a la voz
gomera GAFA, la localizo en el tamazight hablado en el centro de Marruecos [4]; un
verbo con parecidas acepciones:
“GFY” GAFY, GGUFI, GGUFY, TAGAFAY, TYAFAY = Longer (costear, bordear, ir a lo largo de), aller le long de (ir a lo largo de); escalader (escalar), monter (subir,
ascender), grimper (trepar, subir a un alto). S-SGIFY, SGAFAY = Faire longer, faire
escalader, faire monter le long d´une colline.- AGGAFY = Fait de longer,
d´aller le long de, montée, escalade.
Sin
más comentarios.
Para
terminar añadir una voz toponímica perteneciente a la isla de Lanzarote que
está relacionada con GAFA; me refiero a TINGAFA lugar geográfico perfectamente
situado a lo largo de la historia de la isla como caserío, vega, roque y en la
actualidad Montaña de TINGAFA, desglosare la palabra en tres partes TI – N –
GAFA:
TI, <<pronombre
demostrativo autónomo femenino singular, “la”.
N, <<preposición
genitiva>>, “de”.
GAFA, <<..AGGAFY>>, “escalar, subir, ascender, bordear, trepar…”.
Literalmente “la de la escalada, la de la
subida”.
Imagen 4: El
Toscón de Tejeda, Gran Canaria, inicio de los años 90. Foto: Miguel Angel García
[1] Fr. J. de Abreu Galindo: Historia de la Conquista de las Siete Islas de Canaria. Págs.
248-249. Goya Ediciones. Santa Cruz de Tenerife. Canarias. Año 1977.
[2] Le Canarien, Crónicas francesas de la Conquista de Canarias. Introducción y tradución Alejandro Cioranescu. Aula de Cultura de Tenerife. Año 1980.
“Capitulo LXVII, Aquí habla de la isla de Gran Canaria y de la gente que vive en ella”. Pág. 165.
[3] Juan Bethencourt Alfonso: Historia del pueblo Guanche, Tomo I. Pág. 273. Francisco Lemus Editor. La Laguna. Año 1991. Edición por Manuel A. Fariña Gonzalez.
[4] Milou Taifi: Dictionnaire Tamazight-Francais (Parlers du Maroc Central). L´Harmattan -Awal. Año 1991. Págs 148-149.
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